La creatividad y la ciencia se unen para enfrentar el viento
Un grupo de estudiantes de arquitectura de la Universidad Nacional del Sur (UNS) ha llevado a cabo una experiencia educativa única utilizando el Túnel de Viento del Departamento de Ingeniería. Motivados por los desafíos meteorológicos, diseñaron maquetas de refugios para la Antártida, probando su resistencia ante condiciones extremas de viento. Esta actividad interdisciplinaria no solo ha puesto a prueba sus conocimientos teóricos sino también su capacidad para innovar y trabajar en equipo, resaltando la importancia de las colaboraciones académicas en problemas reales.

Estudiantes y el Túnel de Viento: Una Prueba de Creatividad y Resiliencia
El pasado diciembre, un temporal en Bahía Blanca inspiró a los docentes de la cátedra Construcciones II a proponer un desafío a sus estudiantes: diseñar refugios resistentes para la Antártida. Estos refugios debían ser capaces de soportar condiciones de viento extremo, un requisito fundamental para cualquier construcción en esa región. La herramienta clave para esta prueba fue el Túnel de Viento, utilizado por primera vez por estudiantes de arquitectura, un equipo normalmente reservado para ingenierías.
El Túnel de Viento, ubicado en el Laboratorio de Hidráulica de la UNS, ha sido un recurso crucial en esta actividad. Este dispositivo permite estudiar el comportamiento del aire al pasar sobre objetos estacionarios, simulando condiciones de viento realistas. Los estudiantes colocaron sus maquetas en el túnel y observaron cómo la orientación y la intensidad del viento afectaban sus diseños. La experiencia les brindó una comprensión práctica invaluable de los principios aerodinámicos y estructurales que habían aprendido en clase.
Claudio Pirillo, uno de los docentes involucrados, destacó la importancia de esta experiencia: “El temporal de diciembre nos dio una excelente oportunidad para evaluar cómo el viento puede afectar a estructuras diseñadas para condiciones extremas. La práctica en el Túnel de Viento fue una experiencia educativa integral que permitió a los estudiantes aplicar sus conocimientos en un contexto realista”.
Lucía Dominella, una de las alumnas participantes, compartió su perspectiva sobre la actividad: “Al principio, estábamos nerviosos sobre cómo nuestras maquetas resistirían el viento. Sin embargo, la mayoría de los prototipos se mantuvieron fuertes, lo que fue muy gratificante. Esta práctica fue una lección valiosa sobre la resiliencia y la importancia de la planificación meticulosa”.
Un Ejemplo de Interdisciplinariedad y Colaboración Académica
La iniciativa no solo involucró a la Facultad de Arquitectura, sino también a los departamentos de Geografía y Turismo, Ingeniería y Física. Esta colaboración interdisciplinaria permitió a los estudiantes recibir charlas de expertos en física sobre los efectos del viento, enriqueciendo aún más su comprensión del tema.
El rector de la UNS, doctor Daniel Vega, elogió la iniciativa, resaltando su valor como ejemplo de actividad interdisciplinaria aplicada a problemas reales. “Es un excelente ejemplo de cómo el trabajo en equipo y el uso adecuado de los recursos académicos pueden generar experiencias educativas enriquecedoras y prácticas”, comentó Vega.
Innovación y Educación Práctica para el Futuro
La reactivación del Túnel de Viento para este proyecto no solo ha sido un hito para la facultad de arquitectura, sino también un recordatorio de la importancia de la innovación en la educación. Los estudiantes han aprendido a diseñar con un enfoque práctico, considerando factores que van más allá de lo estético y estructural, como las condiciones climáticas extremas.
Este proyecto ha demostrado que cuando se combinan creatividad, conocimiento y recursos adecuados, los estudiantes pueden enfrentarse a desafíos reales con éxito. Las lecciones aprendidas en esta experiencia seguramente tendrán un impacto duradero en su formación profesional y en su capacidad para abordar problemas complejos en el futuro.
En conclusión, la experiencia en el Túnel de Viento ha sido un ejemplo destacado de cómo la educación puede adaptarse a las necesidades del mundo real, preparando a los estudiantes no solo para aprobar exámenes, sino para ser verdaderos innovadores y solucionadores de problemas en sus futuras carreras.





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